Para todo nadador, desde el principiante hasta el más experimentado, las gafas de natación son un accesorio esencial. No solo protegen tus ojos del cloro y otros irritantes del agua, sino que también te permiten tener una visión clara bajo el agua, mejorando tu técnica y disfrute en cada brazada. Pero, ¿sabes cómo colocarte correctamente las gafas de natación para asegurar un ajuste perfecto y evitar molestias? En Aquara, tu escuela de natación de confianza, te revelamos los secretos para dominar este paso fundamental y sumergirte en la piscina con total comodidad y confianza.
El ajuste perfecto: la clave para unas gafas de natación efectivas
Antes de lanzarte a la piscina, dedicar unos segundos a colocarte correctamente las gafas marcará la diferencia entre una sesión de natación placentera y una llena de interrupciones y frustraciones. Un ajuste inadecuado puede provocar filtraciones de agua, marcas incómodas en el rostro e incluso visión borrosa. Sigue estos pasos para lograr un ajuste perfecto:
Paso 1: Ajusta la longitud de la cinta
Antes de siquiera acercarte las gafas a los ojos, asegúrate de que la cinta elástica esté ajustada a la longitud adecuada. Coloca las gafas frente a tu rostro y ajusta la cinta hasta que parezca que se asentarán cómodamente alrededor de tu cabeza, justo por encima de las orejas. Es mejor empezar con la cinta un poco más suelta y ajustarla después, que empezar demasiado apretada.
Paso 2: Posiciona las copas en tus ojos
Sujeta las gafas por las copas (las partes que cubren los ojos) y colócalas suavemente sobre tus ojos. Asegúrate de que el borde de silicona o goma de las copas se adhiera completamente a la piel alrededor de tus ojos, creando un sello hermético. No las presiones con fuerza excesiva, el objetivo es un sello suave pero firme.
Paso 3: Coloca la cinta elástica
Una vez que las copas estén bien posicionadas, desliza la cinta elástica por encima de tu cabeza. La cinta debe descansar cómodamente en la coronilla, justo por encima de las orejas. Asegúrate de que la cinta no esté retorcida y que quede centrada para distribuir la presión de manera uniforme.
Paso 4: Ajusta la tensión de la cinta (si es necesario)
Comprueba el ajuste. Inclínate ligeramente hacia adelante. Si las gafas se mantienen en su sitio sin necesidad de sujetarlas con las manos, ¡felicidades! El ajuste es bueno. Si sientes que se mueven o no se sellan correctamente, ajusta la tensión de la cinta gradualmente. Pequeños ajustes pueden hacer una gran diferencia. Recuerda que la cinta debe estar lo suficientemente ajustada para mantener las gafas en su sitio, pero no tan apretada que cause marcas profundas o dolor de cabeza.
Paso 5: Verifica el sello
Una vez ajustadas, presiona suavemente las copas contra tus ojos. Deberías sentir una ligera succión y las gafas deberían permanecer en su sitio sin la cinta. Esta «prueba de succión» te asegura que el sello es adecuado y evitará filtraciones de agua.
Consejos extra para un ajuste perfecto y duradero
- Piel limpia y seca: Asegúrate de que tu piel alrededor de los ojos esté limpia y seca antes de colocarte las gafas. La grasa o el sudor pueden dificultar el sellado.
- Cabello fuera del camino: Recoge tu cabello para que no interfiera con el sellado de las gafas, especialmente si tienes flequillo o cabello largo.
- Mantenimiento de las gafas: Enjuaga tus gafas con agua dulce después de cada uso y guárdalas en su funda para protegerlas de arañazos y prolongar su vida útil. Evita dejarlas expuestas al sol directo por tiempo prolongado.
En Aquara, queremos que tu experiencia en la piscina sea siempre la mejor. Dominar la técnica de colocación de las gafas de natación es un pequeño detalle que marca una gran diferencia en tu comodidad y rendimiento en el agua. Si quieres aprender más sobre técnicas de natación y equipamiento adecuado, ¡visítanos en Aquara y descubre todo lo que nuestra escuela de natación tiene para ofrecerte!
