Posición de la cabeza en natación: ¿Mirando al frente o hacia abajo?

La posición de la cabeza en natación es un aspecto fundamental que influye en la técnica, la velocidad y la prevención de lesiones. ¿Pero cuál es la mejor forma de colocar la cabeza al nadar? ¿Mirando al frente o hacia abajo? En este artículo te explicamos las ventajas y desventajas de cada opción y te damos algunos consejos para mejorar tu postura.

Mirar al frente al nadar puede parecer más natural y cómodo, sobre todo para los principiantes que quieren ver hacia dónde van y controlar su respiración. Sin embargo, esta posición tiene varios inconvenientes que afectan al rendimiento y a la salud del nadador.

  • Al levantar la cabeza, se eleva también el pecho y se hunde la cadera, lo que rompe la alineación del cuerpo y genera más resistencia al agua. Esto hace que el nadador se fatigue más rápido y nade más lento.
  • Al forzar el cuello hacia arriba, se crea una tensión muscular que puede provocar dolores y contracturas en la zona cervical y dorsal. Además, se comprimen las vértebras cervicales y se dificulta el flujo sanguíneo hacia el cerebro, lo que puede causar mareos y vértigos.
  • Al respirar con la cabeza alta, se reduce la capacidad pulmonar y se altera el ritmo respiratorio, lo que puede provocar hiperventilación y falta de oxígeno. Esto afecta al rendimiento aeróbico y anaeróbico del nadador.

Por estas razones, los expertos recomiendan mirar hacia abajo al nadar, manteniendo la cabeza en una posición neutra y alineada con el resto del cuerpo. Esta posición tiene varias ventajas que mejoran la técnica y la eficiencia del nado.

  • Al bajar la cabeza, se facilita el deslizamiento del cuerpo por el agua, reduciendo la resistencia y aumentando la velocidad. Esto hace que el nadador ahorre energía y nade más tiempo y más rápido.
  • Al relajar el cuello hacia abajo, se evita la tensión muscular y se previenen las lesiones cervicales y dorsales. Además, se mejora el flujo sanguíneo hacia el cerebro y se evitan los mareos y vértigos.
  • Al respirar con la cabeza baja, se optimiza la capacidad pulmonar y se regula el ritmo respiratorio, lo que mejora el intercambio de gases y el aporte de oxígeno. Esto beneficia al rendimiento aeróbico y anaeróbico del nadador.

Para adoptar una buena posición de la cabeza al nadar, es importante seguir estos consejos:

  • Mantén la mirada fija en un punto del fondo de la piscina, sin levantar ni girar la cabeza para ver al frente o a los lados.
  • Rota el cuerpo lateralmente para respirar, sin sacar demasiado la cabeza del agua. Intenta respirar cada dos o tres brazadas, alternando los lados.
  • Practica ejercicios específicos para mejorar tu postura, como nadar con una tabla entre las piernas o con un tubo de snorkel.

La posición de la cabeza en natación es clave para mejorar tu técnica, tu velocidad y tu salud. Recuerda que en AQUARA te ofrecemos clases de natación adaptadas a tu nivel y a tus objetivos, con profesores cualificados y experimentados que te ayudarán a corregir tus errores y a perfeccionar tu estilo. ¡No esperes más y ven a nadar con nosotros!

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