Cada día es más habitual la gente que practica natación, debido a las facilidades que existen a la hora de acudir a piscinas de calidad y entrenar en ellas, como si de apuntarse a un gimnasio se tratara. Como la mayoría de ejercicios, la natación presenta una serie de beneficios que mejorarán nuestra calidad de vida y nos ayudarán a mantener buena salud. Sin embargo, a la natación se le pueden atribuir otras bondades no tan comunes, como el fortalecimiento de la espalda para evitar dolores. Veamos algunos de sus efectos principales.
La natación permite mantener una buena salud a nivel muscular, siendo uno de los deportes más completos que existen, teniendo también un bajo impacto sobre nuestro cuerpo. Esto, además de proteger las articulaciones en general (aunque también hay que cuidar la masa ósea), permite que sea un deporte adecuado en determinados tipos de lesión.
Dolores de espalda
Como he dicho, la natación es un deporte muy indicado para combatir el dolor de espalda. Sin embargo, debe ser realizada correctamente, siendo el estilo crol (el más habitual que vemos en natación) y los estilos de espalda los que mayores beneficios reportan a este respecto. En general, el ejercicio en el agua, siempre que no sea excesivamente brusco, contribuye a aliviar la lumbalgia. Sin embargo, mal realizado puede llegar a ser contraproducente, por lo que es muy importante aprender a nadar correctamente si queremos aprovechar sus beneficios.
Para lesiones en la rodilla (como tendinitis), por ejemplo, es habitual que los médicos recomienden ejercicios caminando por el agua para fortalecer la musculatura de la zona e ir recuperando sensaciones sin ponerla en peligro, como hemos visto hacer en más de una ocasión a determinados deportistas de élite. Pero no sólo caminar, sino que introducir este tipo de ejercicio concierta movilidad en esguinces de tobillo puede ayudar a su rehabilitación mucho más que la inmovilización, tantas veces recomendada.
Ante todo, recordar que la natación sólo es beneficiosa en estos casos cuando se realiza correctamente. Me reitero en esto porque cuando se tiene una lesión en alguna parte del cuerpo, o dolores de espalda que se repiten, hacer algún movimiento inadecuado puede traernos problemas aún más serios, por lo que es recomendable seguir las pautas estrictas de alguna persona que domine la técnica, y sepa indicarnos lo más adecuado para nuestro tipo de molestia en concreto.
Por supuesto, en natación, como en todo deporte, también te ves expuesto a nuevos tipos de lesión, siendo los más comunes el dolor de hombro, implicado en el gesto de la brazada, o la llamada rodilla de bracista, ya que la patada del estilo braza requiere un movimiento de cierta violencia en forma de látigo en las piernas. No existe deporte perfecto, pero la natación es uno de los que mayores beneficios reportan, con riesgos menores que otros muchos.