La natación es una de las actividades físicas más completas y saludables que existen, y no solo en verano, sino también en invierno. Aunque pueda parecer que el frío y el agua no son una buena combinación, lo cierto es que nadar en esta época del año tiene muchos beneficios para nuestro cuerpo y nuestra mente. En este artículo te contamos algunos de ellos y te damos algunos consejos para que disfrutes de la natación en invierno sin riesgos.
Beneficios de la natación en invierno
- Mejora el sistema inmunológico: nadar en invierno ayuda a fortalecer nuestras defensas y a prevenir resfriados, gripes y otras infecciones respiratorias. El agua fría estimula la producción de glóbulos blancos, que son los encargados de combatir los virus y las bacterias. Además, el ejercicio físico aumenta la circulación sanguínea y el oxígeno en los tejidos, lo que mejora la capacidad de respuesta del organismo ante las enfermedades.
- Reduce el estrés y la ansiedad: la natación es una actividad relajante que libera endorfinas, las hormonas del bienestar. Al nadar, nos desconectamos de los problemas y las preocupaciones del día a día, y nos centramos en nuestra respiración y nuestros movimientos. Esto nos ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, y a mejorar nuestro estado de ánimo y nuestra autoestima.
- Quema calorías y tonifica los músculos: la natación es un ejercicio aeróbico que quema muchas calorías y ayuda a mantener un peso saludable. Además, al nadar trabajamos todos los grupos musculares del cuerpo, lo que nos permite tonificarlos y definirlos. La natación también mejora la flexibilidad, la coordinación y el equilibrio, y previene lesiones articulares y musculares.
- Regula la temperatura corporal: nadar en invierno no significa pasar frío. Al contrario, el agua actúa como un regulador térmico que mantiene nuestra temperatura corporal constante. Al entrar en contacto con el agua fría, nuestro cuerpo reacciona generando calor para compensar la pérdida de temperatura. Así, al salir del agua nos sentimos más calientes y confortables.
Consejos para nadar en invierno
- Escoge una piscina climatizada: si quieres nadar en invierno, lo mejor es que lo hagas en una piscina climatizada que mantenga el agua a una temperatura adecuada. Así evitarás el choque térmico entre el aire y el agua, y reducirás el riesgo de hipotermia o enfriamiento.
- Usa un gorro y unas gafas: el gorro y las gafas son accesorios imprescindibles para nadar en cualquier época del año, pero especialmente en invierno. El gorro protege tu cabeza del frío y evita que se moje el pelo, lo que facilita el secado posterior. Las gafas te permiten ver bajo el agua y evitan que se irriten los ojos por el cloro o la sal.
- Sécalo bien al salir del agua: al terminar de nadar, es importante que te seques bien todo el cuerpo con una toalla, especialmente la cabeza, el cuello y las extremidades. Así evitarás perder calor por evaporación y mantendrás tu temperatura corporal estable.
- Abrígate bien: después de secarte, ponte ropa seca y abrigada que te proteja del frío exterior. No olvides cubrirte la cabeza con un gorro o una bufanda, ya que es por donde se pierde más calor. También puedes tomar una bebida caliente para recuperar energía e hidratarte.
- Acude a una escuela de natación profesional: si quieres aprender a nadar o mejorar tu técnica, lo mejor es que acudas a una escuela de natación profesional como Aquara. Aquí encontrarás profesores cualificados que te enseñarán a nadar de forma segura y eficiente, adaptándose a tu nivel y a tus objetivos. Además, podrás disfrutar de unas instalaciones modernas y cómodas, con piscinas climatizadas, vestuarios amplios y limpios, y material deportivo de calidad.
Como ves, la natación en invierno tiene muchos beneficios para tu salud y tu bienestar. No dejes que el frío te impida practicar este deporte tan completo y divertido. ¡Anímate a nadar en invierno y descubre todo lo que puede hacer por ti!