7 Errores más comunes en el Estilo Espalda

El estilo espalda en natación, es el único que se practica boca arriba. Se trata de nadar de espalda al agua, e impulsarse ayudándose de un movimiento alterno de brazos y piernas.

Si lo comparamos con otros estilos de natación, es el etilo que cuenta con la ventaja de no generar muchos problemas con la respiración, debido a que la cara se encuentra fuera del agua. No obstante, la mayor dificultad es que el nadador no puede ver hacia dónde va.

El estilo de espalda suele dominarse con mejor facilidad que el estilo de mariposa. No obstante, a muchos les resulta más complicado que el estilo braza. En este post vamos a hablar de algunos de los errores más comunes del estilo espalda. Esperamos que os resulte interesante.

Aunque en un principio el estilo de espalda parezca sencillo, lo cierto que tener una técnica depurada suele requerir tiempo de aprendizaje porque es normal siempre cometer algunos errores. Los errores más comunes del estilo espalda suelen ser fáciles de corregir.

Barbilla pegada al pecho o «escondida»

Uno de los errores más comunes de este estilo es dejar la barbilla dentro del agua cuando nadamos generando resistencia.

Si el nadador inclina la cabeza y deja la barbilla muy pegada al pecho, los pies tratarán de ir por debajo de la cabeza hacia el suelo de la piscina. Resultará extremadamente complicado mantener las caderas a flote si la barbilla se encuentra contra el pecho. No obstante, si el nadador mira hacia arriba en una posición correcta y levanta la barbilla, los pies suben, y el cuerpo no se irá hacia abajo con tanta facilidad.

Hay que buscar el punto óptimo de la barbilla, pues puede ocurrir el caso contrario y que el nadador eleve demasiado la cabeza y mantenga la barbilla demasiado alta.

Hombros en la misma posición

Otro de los errores al ejecutar el estilo espalda, es que los nadadores dejan los hombros siempre en la misma posición. Es decir, quedan totalmente planos en el agua mientras nadan.  

Esto hace que no se empuje el agua debidamente debido a que el brazo estará en un ángulo incorrecto para impulsarse. Además de que se aumenta el riesgo de lesiones.  Cuando se nada a espalda, los hombros deben de llevar una rotación extensa, para no dañar la articulación ni los músculos involucrados.

Rodillas fuera del agua

Otro de los fallos más comunes, es que se dejan las rodillas asomando por encima de agua y no se sumergen.

Se trata de un error bastante complicado de observar porque el nadador no se suele dar cuenta. El nadador no suele darse cuenta de que está nadando con las rodillas fuera del agua.

Este error hace que el nadador tenga una técnica ineficiente, ya que genera bastante resistencia en el agua al no mantener el cuerpo en una postura alineada.

Movimientos laterales de la cabeza

Otro de los errores más comunes observados, es que el nadador mueve la cabeza en sintonía con el movimiento de hombros y bazos. Debemos de mantener la cabeza fija.

 Para ello suele servir de ayuda mantener la miranda fijada en un punto del techo.

Llevar las caderas demasiado hundidas

Otro de los fallos que más suelen darse en este estilo es mantener las caderas demasiado hundidas.

Esto puede deberse a varios factores, entre ellos una mala flotabilidad del nadador o por falta de propulsión de pies.

No prestar atención a la respiración

Al ser el único estilo en el que mantenemos la cara fuera del agua, no se suele prestar demasiada atención a al respiración. Pero controlarla es esencial, tanto como en el crol

Debemos de sincronizar la respiración con el movimiento de brazos. De lo contrario, fallará la coordinación global de brazos – pies y además de debilita la posición del cuerpo.

Hacer «eses» con el cuerpo a lo largo de la piscina

Esto suele suceder sobre todo con los principiantes. Suele ser consecuencia de inexperiencia además de una ineficaz brazada y un mal rolido.

Además de los errores descritos, también se observan los siguientes:

  • Los dedos ingresan abiertos al sumergirse en el agua
  • Realizar movimientos arrítmicos de brazos
  • Brazos muy abiertos o cerrados;
  • Realizar una pausa en cada una de las brazadas.
  • No originar el movimiento desde la cadera
  • Piernas muy separadas.

Fuente: natacioncs.com

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