5 beneficios de entrenar con aletas

La natación hoy en día se practica utilizando una variedad de dispositivos y accesorios que, usados correctamente, pueden contribuir a mejorar significativamente las habilidades acuáticas de los usuarios.

El equipamiento que existe en el mercado incluye productos básicos como bañadores, gafas, gorros, palas, boyas, aletas, tubas, ligas, tablas, y también otros más sofisticados como monitores cardíacos, relojes inteligentes, medidores de desempeño, entre otros. Si nos dejamos influenciar por las tácticas que los fabricantes de accesorios emplean para coercernos a comprar sus productos, podríamos llegar a poseer un morral lleno de cosas innecesarias que usarías con poca frecuencia.

Hay ciertos accesorios que consideramos vitales para la práctica de la natación, entre ellos están las aletas. En algunas comunidades dentro de nuestro deporte se ha debatido por mucho tiempo si es necesario el uso de este accesorio. Como cualquier accesorio que vayas a utilizar en tus entrenamientos, siempre debes tener precaución durante el período inicial de su uso para que tus tobillos vayan adaptándose a la flexión adicional que fomenta el uso de las aletas.

Sin más demora, veamos por qué el uso de un par de aletas pudiera arrojar grandes ganancias a tu natación.

5 Beneficios de entrenar con aletas

1. Mejora la flexibilidad de los tobillos

El batido de piernas o patada proporciona a alrededor del 30% de toda la propulsión que puede generar el nadador en el agua. Para aprovechar al máximo este aspecto propulsivo, los tobillos deben poder flexionarse lo suficiente para que el pie pueda ser sometido a un efecto de látigo, empujando así mayor cantidad de agua hacia atrás y hacia abajo. Las aletas ayudan a mejorar dicha flexibilidad.

Los buenos nadadores poseen la habilidad de sobreextender sus tobillos. Para probar si tienes una buena flexión de tobillos, coloca tus pies de punta y observa si el tope del pie forma una línea recta con la canilla. Si ese no es tu caso, te falta flexibilidad de tobillos.

El batido de piernas asistido por las aletas ejerce un efecto de sobrecarga en los tobillos, que lleva a que estos se extiendan un poco más allá de su rango de movimiento normal durante la fase de más propulsión. Esta se origina cuando el pie se dirige hacia abajo en la patada de libre y hacia arriba en la patada de espalda. El uso frecuente de las aletas estira permanentemente los tobillos, ayudando a que el batido sea más propulsivo y efectivo.

2. Robustecen los músculos principales de las piernas

Nadar con aletas requiere que muevas con los pies una superficie que ocupa un área mayor dentro del agua, por esta razón debes realizar un esfuerzo adicional que cuando nadas sin estos accesorios. Mediante este esfuerzo vas fortaleciendo los cuádriceps, el psoas y los tendones de la corva, los cuales constituyen los músculos que más contribuyen a la propulsión que generan nuestras piernas cuando nadamos.

En esencia, patear con aletas es como levantar pesas. La resistencia adicional del agua en la hoja de la aleta incrementa de manera significativa el esfuerzo que deben hacer las piernas para lograr la propulsión. Nuestros cuerpos se adaptan a este esfuerzo incrementando la fuerza y la resistencia de los músculos involucrados en el batido. Unos músculos más fornidos tendrán la habilidad de desplazar más agua, contribuyendo a que logres nadar más rápido.

Es importante aclarar que en este aspecto influye muchísimo el principio de especificidad o especialidad. En otras palabras, la fuerza muscular para la natación necesita ser desarrollada de manera específica. Las aletas desarrollan una musculatura más fuerte específicamente en la estructura musculo-esqueletica usada en la natación.

3. Ayudan a colocar el cuerpo en una mejor posición en el agua

Las aletas añaden mucha propulsión mientras nadamos. Esto incrementa la velocidad a la que nos movemos a través del agua. Al observar a un nadador o nadadora con excelentes habilidades en el agua, pareciera que se desplazaran justo por encima del agua, mientras que otros que no poseen esas habilidades asumen una posición más vertical en el agua, caracterizada por una cabeza levantada y piernas levemente hundidas.

El uso de un par de aletas, al aumentar la velocidad de desplazamiento en el agua, ayuda a colocar nuestro cuerpo en una mejor posición hidrodinámica, reduciendo la resistencia que el agua ejerce sobre nuestra fisionomía. Recuerda que para lograr una posición ideal en el agua, debes ejercer un poco de presión hacia abajo a la altura de tu esternón, lo que ayudará a que todo tu cuerpo se encuentre mejor alineado de pies a cabeza.

4. Simulan con menos esfuerzo la velocidad de carrera

Independientemente de la meta que desees obtener de tu natación – mejores marcas, mejor salud, completar una travesía en aguas abiertas, nadar mejor en un triatlón – el objetivo principal que todos tenemos es lograr desplazarnos más fácilmente a través del agua. Las aletas pueden contribuir de manera importante a que logremos ese objetivo.

En conjunto con colocar nuestro cuerpos en una posición más hidrodinámica, nadar con aletas nos ayuda a transferir a nuestro nado sin aletas la sensación de un nado más veloz y más alto en el agua. Cuando esto sucede accedemos a lo que en fisiología deportiva se llama patrón neuromuscular. Esto se origina cuando al usar aletas nuestros nervios pueden recordar la sensación de movernos más velozmente a través de un medio viscoso como es el agua de la pileta y tratan automáticamente de reproducirlo cuando no hacemos uso de las aletas.

Mientras más veces repetimos un patrón, en este caso nadar más rápido asistidos por las aletas, más fácil será para nuestros nervios repetir ese patrón. El resultado final: una técnica más pulida y una mejor coordinación neuromuscular.

5. Mejoran tu nivel de fitness y acondicionamiento cardiovascular

Aunque la natación en sí misma es considerada uno de los mejores ejercicios de naturaleza aeróbica y con el mayor potencial de mejorar nuestro acondicionamiento cardiovascular que existen, muchos nadadores olvidan ejercitar la sección donde están localizados los músculos de mayor tamaño en sus cuerpos, las piernas.

Sabiendo que para lograr las mayores ganancias en lo que respecta a acondicionamiento cardiovascular debemos incorporar la mayor cantidad de músculos posible, tiene mucho sentido que los nadadores que mejor activen la masa muscular localizada en las piernas son los que más se beneficiarán de un ejercicio más demandante que queme más calorías y mejore más su nivel de fitness.

Al añadir un par de aletas a nuestros entrenamientos, incrementamos el trabajo realizado por las piernas, forzándolas a ejercer más esfuerzo, aumentando la intensidad del ejercicio, mejorando nuestro nivel de acondicionamiento cardiovascular.

Conclusión

Cuando decidimos embarcarnos en mejorar nuestro estado físico, debemos siempre enfocar nuestros esfuerzos en lograr ganancias contundentes durante el tiempo limitado que tenemos para entrenar; debemos entrenar de una manera más inteligente. Mediante el uso de algunos accesorios actualmente disponibles, como son las aletas, podemos lograr adaptaciones importantes mientras practicamos la natación. Estas pueden proveernos de una mejor condición física, una musculatura más tonificada, así como una mejor posición en el agua. Todo esto da como resultado a un nado más eficiente, veloz y que nos genera menos fatiga, logrando simultáneamente un mayor disfrute de nuestro tiempo en la piscina.

Referencias

  • The truth about swim fins. Para Foce Fin. [Revisado en Enero de 2016]
  • Hannah Caldas. Swimming with Fins: Training Aid or Cheating Aid? Para Breaking Muscle. [Revisado en Enero de 2016]
  • Karlyn Pipes-Neilsen. Swim with Your FINS. Para Aquatic Edge. [Revisado en Enero de 2016]

Fuente: entrenamiento.com

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