La natación es uno de los deportes más completos y beneficiosos que existen, tanto para la salud física como para la mental. Si quieres mejorar tu condición física, tu bienestar y tu calidad de vida, te recomendamos que incluyas la natación dentro de tu entrenamiento. Aquí te explicamos por qué.
La natación te ayuda a adelgazar
Uno de los principales beneficios de la natación es que te ayuda a quemar calorías y a mantener un peso saludable. Según algunos estudios, con la natación se pueden quemar entre 500 y 600 calorías por hora, dependiendo de la intensidad y el estilo que practiques. Esto se debe a que al nadar se activan casi todos los músculos del cuerpo, lo que supone un gran gasto energético.
La natación reduce el dolor de espalda
Otro beneficio de la natación es que reduce el dolor de espalda, uno de los problemas más comunes en la población actual. Al nadar, se fortalecen los músculos de la espalda y se mejora la postura corporal, lo que previene y alivia las molestias en esta zona. Además, al realizarse en el agua, la natación no genera impacto ni sobrecarga en las articulaciones, lo que evita lesiones o inflamaciones.
La natación potencia una mayor resistencia
La natación también te ayuda a mejorar tu resistencia física y tu capacidad pulmonar. Al nadar, se aumenta el consumo de oxígeno y se incrementa el volumen y la eficiencia de los pulmones. Esto hace que puedas aguantar más tiempo haciendo ejercicio sin fatigarte y que mejore tu rendimiento deportivo en general.
La natación cuida del sistema circulatorio
La natación es un excelente ejercicio cardiovascular que cuida del sistema circulatorio y previene enfermedades como la hipertensión, el colesterol alto o la diabetes. Al nadar, se mejora la circulación sanguínea y el drenaje linfático, lo que favorece la eliminación de toxinas y líquidos retenidos. Además, al fortalecer el corazón, se reduce el riesgo de sufrir infartos o arritmias.
La natación mejora la elasticidad
La natación también te ayuda a mejorar tu elasticidad y tu flexibilidad muscular y articular. Al nadar, se trabaja todo el rango de movimiento del cuerpo y se estiran los músculos de forma natural. Esto hace que se prevengan contracturas, calambres o rigidez y que se aumente la movilidad y la agilidad.
La natación tiene beneficios psicológicos y neurológicos
La natación no solo es buena para el cuerpo, sino también para la mente. Al nadar, se liberan endorfinas, las hormonas del bienestar, que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés y la ansiedad. Además, al sumergirse en el agua y controlar la respiración, se produce un efecto relajante y meditativo que favorece la concentración y la creatividad. Por otro lado, la natación también estimula el cerebro y previene el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento.
Como ves, la natación tiene muchos beneficios para tu salud física y mental que no puedes dejar pasar. No lo dudes más e incluye la natación dentro de tu entrenamiento. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.
