El agua es un elemento natural que nos rodea y que nos ofrece múltiples beneficios para nuestra salud y bienestar. Sin embargo, muchas personas sienten miedo, ansiedad o incomodidad al entrar en contacto con el agua, lo que les impide disfrutar de las actividades acuáticas y aprender a nadar.
La familiarización con el agua es el proceso de adaptación inicial al medio acuático, en el que se busca que la persona tome confianza y seguridad en el agua, experimentando sensaciones positivas y placenteras. La familiarización con el agua es el primer paso para aprender a nadar y para desarrollar habilidades como la respiración, la flotación, la propulsión y los giros.
La familiarización con el agua se puede realizar a cualquier edad, desde bebés hasta adultos mayores, siempre de forma progresiva y respetando el ritmo y las características de cada persona. La familiarización con el agua se basa en ejercicios sencillos y divertidos que se realizan en piscinas poco profundas, con la ayuda de un instructor o un acompañante.
Algunos ejemplos de ejercicios de familiarización con el agua son:
- Patalear sentado en el borde de la piscina. Este ejercicio ayuda a iniciar el movimiento de las piernas y a sentir el efecto del agua sobre la piel.
- Bajar lentamente por la escalera o por una rampa. Este ejercicio permite acostumbrarse a la presión del agua sobre el cuerpo y a controlar la respiración.
- Caminar dentro del agua con diferentes niveles de profundidad. Este ejercicio favorece la coordinación psicomotora y la percepción del equilibrio.
- Sumergir la cabeza o parte del rostro en el agua. Este ejercicio facilita la relajación y la apertura de los sentidos al medio acuático.
- Sentarse o tumbarse en el fondo de la piscina. Este ejercicio estimula la flotación y la confianza en el agua.
- Pasar por debajo de un aro o entre las piernas de un compañero. Este ejercicio fomenta la propulsión y la diversión en el agua.
La familiarización con el agua tiene muchos beneficios para la persona, tanto físicos como psicológicos. Entre ellos se pueden destacar:
- Mejora la salud cardiovascular, respiratoria, muscular y articular.
- Reduce el estrés, la ansiedad y la tensión muscular.
- Aumenta la autoestima, la seguridad y la confianza en uno mismo.
- Desarrolla las capacidades cognitivas, afectivas y sociales.
- Potencia el disfrute, el ocio y la calidad de vida.
En Aquara, Escuela de Natación, te ofrecemos un programa de familiarización con el agua adaptado a tus necesidades y objetivos. Contamos con profesionales cualificados y con amplia experiencia en el ámbito acuático.